domingo, 12 de abril de 2009

cartas descartadas (ni siquiera boceto)

El cuento objetivo:

Este es un hombre que caminando por su barrio se encuentra un vendedor de cartas.
-¡Dos pesos cincuenta!- grita el vendedor con una montaña de sobre viejos.
El hombre se acerca, revisa sus bolsillos y dos pesos cincuenta es todo el dinero que encuentra en ellos.
Compra una carta, y camina hacia un parque. Se sienta en un banco, cruza las piernas, y a lo lejos ve perros ladrando a la orilla de un pequeño lago en le parque.
Se queda observando el sobre por un tiempo. Lo ve amarillento, y arrugado en las esquinas.
Luego mira la estampilla y en ella ve orquídeas doradas que le recuerdan al olor de su abuela, húmeda y ácida.

Lee el destinatario:

Sra. Margaret Goldenberg
27 Ave. El Retiro

Abre el sobre y lee su contenido:

Las ropas tendían en los hilos, secas y tiesas de varios días. Ahora están guardadas y dobladas dentro de la gaveta.

Cariños,

PD: Los hilos se enredaron en mi mano.

Mientras termina de leer, el hombre recuerda que la tintorería donde ha dejado su ropa cierra a las 4. Mira su reloj y son las 3:47 pm.
Camina rápido sin amarrarme las trenzas, sale del parque, pasando de nuevo por la acera del vendedor de cartas, quien aún grita:
-¡Dos pesos cincuenta! ¡Dos pesos cincuenta!-
Se detiene, pero ya en sus bolsillos no hallaba nada.
-¡Dos pesos cincuenta! ¡Dos pesos cincuenta!-
El hombre se ve obligado a ignorarlo y correr a la tintorería.
Al llegar, la ropa aún no estaba lista y en su gaveta no había ropa tampoco.


(faltaria una versión revisada y editada, pero este es el obvio)

1 comentario:

adriana dijo...

gracias, visto. Esperamos la revisada.